Tras su visita al Lounge de Audemars Piguet en Madrid, el futbolista del Real Madrid se convierte en amigo de la marca.
“No se trata de un reloj que llevas a casa, te lo quitas y dejas simplemente sobre la mesa. No, cada reloj de Audemars Piguet cuenta una historia y, por eso, tienes que cuidarlo y colocarlo en su caja con esmero y tacto”. Así describe el centrocampista su relación con AP.
De esta forma nace la unión entre dos maquinarias exclusivas y de relevancia en el panorama internacional. Por un lado, el savoir faire y la complejidad de los mecanismos de Audemars Piguet. Por otro lado, el talento y la dedicación que hacen de Casemiro el engranaje fundamental de la sala de máquinas del mejor Club del siglo XX