En sus siete años como jugador blanco puede presumir de haberse alzado con 2 Champions League, una Liga, 2 Copas del Rey, una Supercopa de España, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa, títulos que no están precisamente al alcance de cualquier futbolista.
Eso es lo que le aguardaba a su regreso a Madrid en 2009. Aquel año Arbeloa se incorporó a la plantilla madridista de la mano de Florentino Pérez. Lo hizo tras militar en el Liverpool las últimas dos campañas, en las que disputó cerca de 100 partidos y marcó 2 goles.
Volver al Real Madrid implicaba una segunda oportunidad en el club merengue y la afrontó con “mucha ilusión”. A esa ilusión le añadió trabajo, consistencia y ambición. El resultado de esa combinación se vio reflejado en la gran ovación que la afición le rindió en su despedida en el Bernabéu el pasado mes de mayo.
Copa y Liga para empezar
Su primer gran recuerdo con el Real Madrid nos traslada a abril de 2011. El conjunto blanco encaraba la final de la Copa del Rey contra el Barcelona, un conjunto culé que hasta el momento se había mostrado intratable. El partido se inclinó de la balanza merengue con un testarazo de cabeza de Cristiano Ronaldo, una victoria que permitió al club conseguir un título copero después de 18 años. Para Arbeloa fue el primero de otros muchos que estaban por venir.
La siguiente temporada, la 2010-11, se caracterizó por ser de récord. Con José Mourinho en el banquillo, el defensa salmantino gozó de una confianza que se tradujo en 43 partidos disputados (26 en Liga, 9 en UCL y 8 en Copa). Su participación contribuyó a que su equipo ganara la Liga bautizada como “la de los 100 puntos”, puesto que el Real Madrid consiguió alcanzar el centenar de puntos, registro nunca antes logrado en la competición doméstica española.
Esa buena tendencia continuó meses después con la consecución de la Supercopa de España 2012. El cuadro merengue se impuso al Barcelona a doble partido.
Conquistando Europa
El propio Arbeloa señaló en una reciente entrevista concedida al diario ABC que la razón de existir del Real Madrid es la “Champions League. Somos el equipo que más Copas de Europa hemos ganado. Es nuestro ADN”.
Precisamente algunas de sus mejores actuaciones las hemos podido ver en la competición europea. El partido contra el Galatasaray turco en noviembre de 2013 fue calificada por medios nacionales como uno de los más brillantes de la carrera del jugador hasta el momento. El equipo madridista afrontó gran parte del partido en inferioridad numérica y Arbeloa se echó el equipo a su espalda. Firmó un gol y una asistencia para que finalmente el conjunto blanco ganara por 4 a 1.
Aquella misma temporada el Real Madrid consiguió un doblete: la Copa del Rey y la ansiada Décima. La final copera del 16 de abril de 2014 frente al Barcelona se saldó con un marcador de 1-2 a favor del conjunto merengue. Una de las bonitas anécdotas de la noche la puso Álvaro Arbeloa. Tuvo un gran gesto con su compañero de equipo Jesé, lesionado de larga duración, a la hora de recoger la medalla. El lateral derecho vistió la camiseta del delantero canario para mandarle ánimos y a su vez hacerlo partícipe de la celebración.
Festejos que se repitieron un mes después con la conquista de la Décima. Un encuentro épico que, tras la prórroga, finalizó con 4-1 en el marcador. Esta Copa de Campeones fue la primera de las dos que ha conseguido Arbeloa con el Real Madrid; es uno de los momentos que con más cariño recuerda el defensa.
A estos dos logros le sucedieron otros dos en 2014. El título de la Supercopa de Europa llegó Madrid tras ganar al Sevilla por 2 a 0 y lo mismo sucedió con el del Mundial de Clubes al vencer en la final al San Lorenzo (2-0).
Precisamente este último era el único trofeo que le faltaba a Arbeloa para completar su palmarés. Así lo reflejaba el jugador en las redes sociales: «Este título es la guinda que me faltaba en el Real Madrid, el único título que no había tenido la oportunidad de conquistar. Ahora ya puedo decir que lo ha ganado todo con el club más grande del mundo».
No hay nada más grande en el fútbol que ganar con el Real Madrid. #HalaMadrid pic.twitter.com/uiFzXETabX
— Álvaro Arbeloa (@aarbeloa17) 20 de diciembre de 2014
La Undécima, el colofón final
Muchas veces desear algo es sinónimo de lograrlo y eso es lo que le pasó hace unos meses a Arbeloa con la Undécima. Días previos a la final de la Champions League, el jugador manifestaba su deseo de despedirse del Real Madrid habiendo conseguido el título europeo: “Sería el colofón de mi carrera, irme por todo lo alto”. Finalmente fue así y el lateral derecho pudo decir adiós dejando al club de su vida en lo más alto. “Mejor imposible despedirse así”, señalaba tras la final ante las cámaras de Real Madrid TV.
Las celebraciones se prolongaron dos días con festejo final en el Santiago Bernabéu. Allí es donde Arbeloa volvió a mostrar su lado más humano. Al sonar su nombre por la megafonía, el jugador saltó al campo a saludar a la afición con la camiseta de Cheryshev puesta. Recordemos que el Real Madrid quedó eliminado en la Copa del Rey por alineación indebida del mediocentro hispano-ruso y el lateral derecho no quiso perder la ocasión para mostrarle su apoyo.
Gracias amigo por acordarte de mí en un momento así. Es algo que jamás olvidaré. @aarbeloa17 pic.twitter.com/9MAwqRdktH — Denis Cheryshev (@Cheryshev) 29 de mayo de 2016
Tras unos días agitados por la hazaña lograda, regresó la calma. A Álvaro Arbeloa le llegaba la hora de despedirse por última vez de sus compañeros y también de la Ciudad Real Madrid.
Su etapa como jugador blanco ha llegado a su fin, pero motivación y ganas le sobran para demostrar que en sus botas aún hay mucho fútbol.
Un hito con la Selección española
Su carrera deportiva también ha estado marcada por la Selección española con la que ha vivido la que se considera como la época dorada en la historia del fútbol nacional.
Aportó su granito de arena en la conquista del Mundial de Sudáfrica y las Eurocopas de 2008 y 2012. “Conseguir tres título consecutivos fue todo un hito y tengo la suerte de poder haberlo vivido”, afirmaba el jugador en una reciente entrevista ante las cámaras de beIN SPORTS.
Su paso por la Roja ha sido sin duda de color de oro.